Día 15
El Discipulado Como El Ambiente Para Los Procesos De Sanidad Del Espíritu, Alma Y Cuerpo
“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”
1 Tesalonicenses 5:23
El discipulado no se trata solo de un aprendizaje doctrinal, sino de un proceso de acompañamiento y transferencia de la vida que Dios nos ha dado. Es el mejor ambiente para que se produzca una sanidad integral, que afecte espíritu, alma y cuerpo. Este es el ambiente donde el Espíritu Santo puede obrar de manera poderosa y restauradora. Como dice 1 Tesalonicenses 5:23: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”
En el corazón del discipulado está la relación entre el discipulador y el discípulo. No es solo una cuestión de enseñanza, sino un acompañamiento pleno donde se comparten experiencias, sabiduría y la vida misma. Este intercambio se convierte en un entorno donde el Espíritu Santo puede operar en el corazón y la mente del creyente. Como dice Gálatas 2:20: “Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí.”
En este proceso, no solo se comparten enseñanzas, sino que se transmite la experiencia de la gracia de Dios. El discipulador y el discípulo comparten luchas y crecimiento, lo que permite que el Espíritu Santo obre en cada uno. La relación de confianza, la oración, el estudio de la Palabra y los tiempos en comunidad producen crecimiento y sanidad, no solo espiritual, sino también emocional y física. Como enseña Santiago 5:14-15 sobre la oración por los enfermos, la oración comunitaria puede traer sanidad física.
El discipulado es guiado por el Espíritu Santo, quien lleva a cabo la obra de transformación en el corazón de cada creyente. Como dice Filipenses 1:6: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” Si construimos una Iglesia que honra el discipulado relacional, estamos edificando la morada que Él quiere habitar.
Cómo lo vivimos en la vida personal:
- Establecer una relación de discipulado: Busca a una autoridad espiritual que te guíe y apoye en tu caminar con Cristo. A su vez, prepárate para ser un discipulador para otros, compartiendo tu experiencia y crecimiento. El discipulado es un proceso bidireccional de compartir vidas.
- Permitir que Dios transforme tu vida a través del discipulado: El discipulado se fortalece cuando compartimos cómo Dios ha obrado en nuestras vidas, y cuando damos espacio para seguir haciéndolo a través de la ayuda del discipulador. Abre tu corazón a una autoridad espiritual, crea la cultura de tener una vida de confesión, de pedir ayuda, de contar las cosas que has vivido, las heridas del pasado, las puertas espirituales que hayas abierto y que necesitan ser cerradas. Este proceso te hará crecer y caminar en el diseño de Dios, convirtiéndote en un canal para ayudar a otros.
Pasos prácticos para desarrollar el principio con la comunidad:
- Restauración por medio del discipulado: Invertir tiempo en las personas es un indicador clave del proceso de sanidad y restauración. Aunque representa un alto costo en tiempo y recursos, pero no hay mayor satisfacción que buscar cada día la sanidad en el espíritu, alma y cuerpo de los discípulos.
- Crear ambientes de sanidad: Si nuestra intención es fomentar la sanidad integral en el espíritu, alma y cuerpo de las personas, debemos crear espacios donde se sientan respetadas, honradas y acompañadas en cada uno de sus procesos. Esto incluye enseñar sobre la importancia de la sanidad integral, enseñar a cuidar el corazón, el cuerpo y, asimismo, el espíritu. Además, es esencial tener un corazón temeroso de Dios, en el que haya confidencialidad pastoral, donde cuidemos el corazón y las vivencias de la persona, no compartiéndolas con nadie (a no ser que se busque ayuda con otra autoridad espiritual y ambos estén de acuerdo), para que las personas puedan encontrar un lugar seguro donde compartir y sanar.
“Si la construimos, Él la habitará”:
“Buscar una sanidad integral es buscar ser más como Él.”
Oración:
Oramos para que nos levantemos como llaves de restauración y de sanidad en los procesos de nuestros discípulos, permaneciendo en el acompañamiento personal y relacional de manera constante, guiados por el amor de Cristo y la dirección del Espíritu Santo.
Motivos de oración
Durante este tiempo especial de ayuno y oración, queremos enfocarnos en buscar a Dios de manera intencional y con propósito. Para ello, hemos preparado una lista de motivos de oración que nos ayudarán a alinear nuestros corazones con Su voluntad y a interceder por áreas clave en nuestras vidas, en nuestra comunidad y en la iglesia global.
Personal
Comunitario
Global
TIEMPO DE INTIMIDAD:
Te invito a un tiempo de intimidad con Dios, donde podrás hablar con Él, escuchar Su voz y meditar en Su Palabra. Es un espacio para rendir tu corazón y permitir que Su presencia transforme tu vida. ¡Ven y acércate más a Él! A continuación, te brindamos el enlace para un tiempo de adoración que te ayudará a entrar más profundo en Su presencia.