Día 10
La Iglesia Como Casa, Que Se Manifiesta A Través De Actos De Amor, Perdón, Justicia Y Honra.
“y ustedes también son parte de este edificio y se convierten en morada de Dios, a través del Espíritu.”
Efesios 2:22
Gracias a la ayuda del Espíritu Santo, el regalo de Dios, podemos experimentar la presencia de Dios en nuestra vida. Ese Consolador, nuestro Ayudador, con el cual fuimos sellados (Efesios 1:13). La maravillosa bendición que nos dejó Cristo al declarar que no estaríamos solos y que Él nos recordaría todas las cosas que nos ha enseñado. (Juan 14:16-26)
Santiago 4:5 dice que “El Espíritu que Dios ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente”. Tú y yo somos la iglesia, el lugar donde Su presencia habita y donde somos enseñados. Es en la casa de Dios donde somos formados, discipulados y donde aprendemos a vivir según el corazón de Dios. Nosotros, como casa de Dios, debemos reflejar Su amor, perdón, justicia y darle honra en todo lo que hacemos. En cada acto de bondad, con cada palabra de perdón y cada gesto de justicia, mostramos al mundo quién es Dios y cómo Él nos llama a vivir.
En esta casa, todos somos importantes, y al vivir de acuerdo con Sus principios, construimos una comunidad sólida, un lugar donde Dios se glorifica a través de nuestras vidas. Cada uno de nosotros, al vivir en amor y unidad, está construyendo esta casa para que se mantenga firme y fiel a Su propósito, y sea una casa deseable donde manifestar Su presencia en cada acto de amor, perdón, justicia y honra. (1 Pedro 4:8-10)
Debemos proveer para las necesidades de la casa de Dios mediante disciplinas espirituales como la vida de oración, el estudio de la Palabra, tiempos de adoración y alabanza, honrando a Dios con nuestros diezmos y ofrendas, y con una búsqueda apasionada y consciente de renunciar a todo lo que evita que Su presencia habite libremente en nosotros. También debemos atender las necesidades de la iglesia mediante la provisión de alimentos, tiempos de comunión, cuidándonos los unos a los otros, y viviendo en unidad como un solo cuerpo.
Cómo lo vivimos en la vida personal:
- Reflejar Su amor y justicia en las relaciones personales: La iglesia, como el lugar donde Su presencia habita, nos llama a vivir según Sus principios de amor, perdón y justicia. Al integrar estas virtudes en nuestra vida diaria, reflejamos el carácter de Cristo, y cada acto de bondad y justicia revela Su carácter.
- Reflejar el carácter de Jesús en cada acto cotidiano: Vivir en intimidad con Dios no se limita a la oración, sino que se refleja en cada acto diario. Cada palabra, gesto y pensamiento puede mostrar el amor, paz y justicia de Jesús.
Pasos prácticos para desarrollar el principio con la comunidad:
- Sirviendo en amor: Cuando decidimos servir, cubriéndonos en oración, que nuestra familia, amigos y vecinos puedan ver cómo nos conducimos entre nosotros en amor.
- Siendo el reflejo de Cristo: Juntos podemos, con la ayuda del Espíritu Santo habitando en nosotros, que nuestra vida sea un reflejo del amor, el perdón, la justicia y la honra a nuestro Dios.
“Si la construimos, Él la habitará”:
“El propósito de edificar la casa no está solamente en lo que sabemos, sino en lo que hacemos y somos en Dios.”
Oración:
Oramos para que en tu casa constantemente manifieste tu amor, perdón justicia y honra. Un lugar donde tu Gloria nos embriague, que empezando por cada uno de nosotros provoquemos que otros quieran vivirlo.
Motivos de oración
Durante este tiempo especial de ayuno y oración, queremos enfocarnos en buscar a Dios de manera intencional y con propósito. Para ello, hemos preparado una lista de motivos de oración que nos ayudarán a alinear nuestros corazones con Su voluntad y a interceder por áreas clave en nuestras vidas, en nuestra comunidad y en la iglesia global.
Personal
Comunitario
Global
TIEMPO DE INTIMIDAD:
Te invito a un tiempo de intimidad con Dios, donde podrás hablar con Él, escuchar Su voz y meditar en Su Palabra. Es un espacio para rendir tu corazón y permitir que Su presencia transforme tu vida. ¡Ven y acércate más a Él! A continuación, te brindamos el enlace para un tiempo de adoración que te ayudará a entrar más profundo en Su presencia.
El amor a nuestros hermanos, independiente de quien sea, debemos amarlos y ayudarlos cuando lo necesiten, respetarlos y rratarlos con mucho amor como Jesús nos enseñó.
Ser transparentes y sinceros, así construimos y hacemos que el mundo sea mejor